Hoy el tónico es el protagonista, veamos cuanto bueno puede hacer por nuestra piel.
Si buscamos “tónico” en la wikipedia la introducción a la definición dice así: del griego tonikòs, «relajado» y la verdad es que no podríamos escoger un adjetivo que defina mejor lo que el tónico consigue en nuestra piel.
A pesar de que es un producto con múltiples funciones y beneficios, últimamente ha caído en desuso. El ritmo de vida acelerado y el no conocer exactamente sus funciones, hacen que cada vez forme parte de las rutinas cosméticas de menos mujeres. En el post de hoy te detallaremos todos sus usos y porque le debes hacer un hueco en el armario de tu baño.
El tónico forma parte del ABC de la belleza. En concreto, el tónico es la B. Es decir, que finaliza la limpieza y prepara la piel antes de la crema. El tónico ayuda a recuperar el pH dejando una agradable sensación de frescor y limpieza. Y aquí es dónde se quedan la mayoría de los usuarios y es por eso que muchas veces consideramos que no tiene una importancia vital y decidimos saltarnos este paso. Craso error; veamos porque.
Actualmente los tónicos han dejado de ser simples lociones acuosas para transformarse en verdaderos tratamientos de belleza. Tanto es así que algunos de ellos se podrían definir como verdaderos tratamientos al agua. Además de las acciones que ya hemos apuntado, los tónicos están enriquecidos con multitud de activos que complementan nuestro tratamiento diario, de manera que los hay hidratantes, exfoliantes, matificantes, calmantes, anti edad…tan solo tienes que analizar las necesidades de tu piel y escoger el que mejor las cubra.
Un producto, diferentes usos dependiendo del tipo de piel
Si hablamos de pieles secas, los tónicos ayudan a frenar la sensación tirantez tan frecuente en este tipo de piel. En muchos casos, el tónico puede sustituir la limpiadora por las mañanas, ya que las pieles secas y el agua no se llevan demasiado bien, y siempre es mejor reducir el contacto con el líquido elemento a las ocasiones en las que sea completamente imprescindible. Unos algodones con tónico por la mañana dejarán tu piel limpia, fresca y preparada para el producto que apliques a continuación, sin necesidad de que utilices la limpiadora que desengrasaría en exceso este tipo de piel.
En el caso de la pieles grasas, el tónico ayuda a controlar los brillos a la vez que aporta una sensación de frescor y limpieza profunda que es muy valorada por este tipo de pieles. Gracias a la aplicación del tónico de manera regular, también controlamos la aparición de granitos e imperfecciones, a la vez que mejoramos el aspecto de los poros dilatados. Además, si durante el día tienes la necesidad de lavarte la cara porque la notas grasa, es mejor que lo hagas con un algodón impregnado en tónico; notarás la piel limpia y fresca y evitarás el efecto rebote que aparece como consecuencia de limpiar la piel en exceso.
Si tienes piel mixta, el tónico también te puede ayudar. Aplicando un tónico suave para piel grasa solo en la zona T, evitarás los molestos brillos y mantendrás a raya los puntos negros. Así evitarás utilizar dos cremas diferentes y notarás la piel fresca durante mucho más tiempo.
¿Quieres regenerar tu piel? Busca un tónico que contenga Alfa-hidroxiácidos. Aplicado a diario, preferiblemente por la noche, ayuda a eliminar las células muertas que están en superficie, oxigenando y renovando la textura de la piel. Si además tienes manchitas, verás cómo se aclaran de forma gradual. Utilízalo de forma puntual, durante cortos períodos de tiempo, para que tu piel no quede desprotegida en exceso.
Otros usos
Si eres de las que necesitan una ayuda extra para despertarte por las mañanas, busca fórmulas en spray. Al pulverizarlos sobre la piel, refrescan, relajan y despiertan la piel.
Las lociones en spray también las puedes utilizar para retocar tu maquillaje cuando hayan pasado unas horas desde que lo aplicaste. ¿Cómo? Empieza eliminando los brillos presionando la piel con un tisú. A continuación, pulveriza la loción sobre el rostro manteniendo los ojos cerrados y déjalos así unos segundos. Vuelve a presionar con un tisú limpio y voilà!, piel fresca y preparada para retocar tu maquillaje. Si lo haces así, el efecto final es más limpio y duradero.
Los tónicos calmantes te pueden servir como descongestionantes de la zona ocular. Empapa unos discos desmaquillantes, ponte cómoda y colócalos sobre los ojos durante unos minutos. Si tus ojos están realmente inflamados pon los discos, ya impregnados, unos minutos en el congelador. ¡Multiplicarás el efecto descongestionante!
¿Ya has escogido la mejor opción para tu tipo de piel?
