POLVOS DE SOL II

Manual de uso

Lo primero que debemos analizar son las zonas sobre las que el sol incide con mayor fuerza de manera natural ya que son las que antes cogen color: frente, pómulos, punta de la nariz y barbilla. Estas serán las zonas dónde deberemos aplicar el producto con más intensidad.

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Existen otras técnicas, pero la más fácil y que nos permite resaltar las zonas anteriores, es dibujando un 3 que se inicia en la parte alta de la frente, pasa por sienes y pómulos para ir seguidamente a la nariz y de ahí por la mandíbula hasta la barbilla.

Los polvos de sol se pueden utilizar directamente sobre tu hidratante para un resultado bronceado natural o sobre la base de maquillaje para un resultado más sofisticado. Aplícalo siempre de manera gradual, a capas. Es mejor intensificar el color de forma gradual a que directamente apliques mucha cantidad y el resultado sea artificial. Con los polvos de sol siempre es mejor quedarse corta, no lo olvides.

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Hazlo con la brocha ligeramente impregnada de producto. Dale unos golpecitos para eliminar el exceso o pásala por un pañuelo de papel antes para asegurarte de que no aplicas más producto del necesario.

A cada rostro, un modo de aplicación

Otro de los usos de los polvos de sol es realizar correcciones sutiles sobre la forma de nuestro rostro.  Veamos como:

Rostro delgado: en este caso deberás utilizarlos solo como colorete y con un tono muy sutil ya que, al generar volúmenes, corres el riesgo de que tu rostro se vea muy anguloso.

Rostro redondo: este tipo de rostro necesita crear volúmenes. Para ello, marca los pómulos aplicando el polvo de sol justo por debajo del hueso pero muy difuminado. Si no eres muy diestra en el arte del difuminado puedes aplicar el producto con una brocha y trabajarlo con otra limpia. Así evitarás la sobrecarga de producto. A continuación, aplica un brochazo en la punta de la nariz y otro en la barbilla. Este juego de luces y sombras hará que tu rostro parezca más alargado.

Rostro alargado: si aplicas un poco de producto en la línea de crecimiento del cabello acortarás visualmente tu rostro ya que tu frente parecerá más pequeña. Aplica también en el centro de la barbilla para acortar visualmente tu rostro también por la parte inferior. Por último, aplica un colorete luminoso justo en la parte central de los pómulos para que sea el centro del rostro el que capte la atención.

Rostro anguloso: puedes utilizar los polvos de sol para camuflar ópticamente los ángulos de tu rostro. Aplícalo en aquellas zonas que quieras disimular difuminándolo perfectamente para que no sea demasiado evidente. Así puedes disimular una nariz prominente, una mandíbula muy marcada o una barbilla muy acentuada.

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“Tips” para sacarles el máximo partido

Si quieres conseguir un efecto sofisticado y luminoso combínalo con un iluminador que deberás aplicar en los puntos de luz (parte alta del pómulo, aletas de la nariz, extremo interno del ojo, punto alto de la ceja y arco de Cupido). El contraste de luz y sombra hará que tu piel brille.

Combina dos tipos. Uno mate para aplicarlo de forma generalizada y uno brillante para darle un toque “glossy” a tus pómulos.

Si quieres darle un toque más saludable al resultado, combínalo con un toque de colorete rosado justo encima de la parte del pómulo que sobresale cuando sonreímos. Esto genera un efecto sonrosado transparente muy favorecedor.

Aplícalos también en el cuerpo. No dejes de aplicarlos en escote y hombros para unificar el resultado, especialmente por la noche.

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Cuando los apliques, hazlo sin golpes bruscos y moviendo en círculos la brocha suavemente sobre la piel. Cuando golpeas, el polvo se fija en la piel y resulta muy complicado difuminarlo después. En cambio si la mueves suavemente en círculos el polvo se funde mucho mejor haciendo que parezca que el color sale de la propia piel.

Cuando acabes de aplicarlos no te olvides de cepillar tus cejas para eliminar posibles restos de polvo. No dejes que este pequeño detalle arruine el resultado y revele el secreto de tu bronceado.

Cuando acabes de aplicarlos pulveriza tu rostro con agua termal. Al tratarse de polvos sueltos la duración del maquillaje es menor. Al pulverizar agua termal ayudas a que el producto se fije en la piel y eliminas el aspecto empolvado que resta naturalidad.

Si sigues estas simples pautas, este verano lucirás un perfecto aspecto bronceado a golpe de brocha.

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