POLVOS DE SOL

EL SECRETO PARA ESTAR MORENA A GOLPE DE BROCHA

Este clásico del maquillaje del que miles de mujeres se declaran fans absolutas e incondicionales no es más que una mezcla de pigmentos marrones y partículas doradas y nacaradas que tienen la virtud de aplicar al rostro luz y un aspecto de piel sana y bronceada. Ahí es nada. Si se aplican correctamente aportan un bronceado sutil que rejuvenece, borra los signos de cansancio y estrés y te aporta un falso efecto de cara lavada. Gracias a ellos puedes parecer recién llegada de unas vacaciones en la playa sin salir siquiera de tu baño.

Pero no es bronce todo lo que reluce y para conseguir este efecto debes aplicarlo correctamente ya que la línea entre un “look sunkissed” y un look “Naranjito” es muy fácil de traspasar… por eso hoy te damos las claves para que le saques el máximo partido a tus polvos bronceadores y consigas un resultado perfecto. ¡Empezamos!

Polvos de sol. ¿Para quién?

Los polvos de sol son universales. Los pueden utilizar todas las pieles, incluidas las más blanquitas. El secreto es encontrar el tono más adecuado a tu tono de piel. No importa si de natural eres morena o no, en el mercado hay mil tonalidades: oscuros, claros, medios, dorados, bronce, mates, nacarados… tu polvo de sol ideal existe, sólo debes encontrarlo.

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¿Cómo escojo mi polvo bronceador?

Dejando al margen los gustos personales, existen unas reglas universales que debes respetar para encontrar tu polvo de sol ideal. Empieza seleccionando un color que esté dos tonos por encima del tuyo. No cometas el error de elegir un tono demasiado oscuro ya que solo conseguirás que tu piel se vea naranja.  El truco para encontrar el tono perfecto es aplicarlo sobre el dorso de la mano y difuminarlo. Tu tono perfecto debe fundirse con la piel dejando un ligero color tostado que la ilumine. Si por el contrario puedes ver el producto en tu mano, tu piel queda manchada o resulta demasiado evidente, significa que ese tono no es para ti.

Truco: te puede resultar de ayuda llevar tu base o polvos habituales para poder comparar los colores in situ y tener una guía para poder empezar. Es más fácil ver si los colores empastan a la perfección al ponerlos uno al lado del otro.

¿Qué efecto quieres conseguir?

Los polvos de sol son muy versátiles con lo que existen muchas formas de aplicarlos en función del efecto que quieras conseguir. Si lo que buscas es un resultado ultra natural imitando el efecto que provoca el sol en tu piel tras una jornada al sol puedes utilizarlo como colorete. Si lo que buscas es intensificar el tono bronceado de tu piel aplícalo en todo el rostro en un sutil velo. Pero sus usos van más allá, ya que te permiten realzar zonas, generar volúmenes estructurando tu rostro e incluso contornear tu óvalo facial.

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Escoge bien con que brocha lo aplicas

El instrumento con el que apliques tus polvos de sol juega un papel importante a la hora de conseguir un resultado perfecto. Escoge una brocha grande y suave si los vas a aplicar en todo el rostro ya que te dará un efecto más sutil y difuminado. Las brochas tipo kabuki grandes son fantásticas para aplicarlas en todo el rostro. Si los vas a utilizar como colorete debes hacerlo con una brocha que no deposite mucha cantidad de producto para que quede natural. Las brochas tipo mofeta son perfectas para conseguir este efecto.

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Por otro lado, si lo que quieres conseguir es esculpir tu rostro o contornearlo, la brocha ideal será pequeña y biselada, para que te resulte mucho más fácil definir las zonas. Mañana seguiremos con el manual de uso…

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