EL SOL

Aunque oficialmente la primavera llegó hace ya unas semanas, es ahora que empezamos a poder disfrutarla. Ya nos estamos visualizando relajados, tomando el sol porque ¿a quién no le gusta tomar el sol en una bonita playa en un día soleado? 
Para muchos de nosotros, uno de los objetivos pendientes durante los meses de calor es conseguir un favorecedor bronceado y muchas veces anteponemos esto a la salud de nuestra piel. Está claro que el sol tiene multitud de efectos positivos sobre nuestro organismo pero no debemos perder de vista sus efectos nocivos.
Conozcamos a fondo al “señor Lorenzo”.
Empecemos viendo sus efectos positivos:
La radiación solar participa activamente en la síntesis de Vitamina D. Una exposición breve,  2 o 3 veces a la semana en las zonas más expuestas al sol, son suficientes para sintetizar la cantidad necesaria de esta vitamina. No te excuses en esto para tomar el sol indiscriminadamente.
La radiación solar aporta una acción antidepresiva. La luz visible permite tratar la depresión estacional interviniendo en la modulación de las funciones hormonales del cerebro, en concreto sobre la melatonina.
La radiación solar provoca una vasodilatación que estimula las funciones básicas de nuestra piel.
El sol aporta un efecto foto protector. Cuando la piel está bronceada tiene una protección de 2 a 3 veces superior que cuando no lo está.
No debemos olvidar el efecto terapéutico. Las radiaciones ultravioletas mejoran algunas enfermedades cutáneas como la psoriasis, la dermatitis atópica o la ictericia neonatal.
Pero nuestra piel y el sol tienen una relación de amor-odio. El sol es una fuente de beneficios, pero tenemos que aprovecharlos razonablemente. Veamos ahora sus efectos adversos:
 
El sol causa foto envejecimiento. La radiación solar dispara los procesos que desencadenan el envejecimiento cutáneo. Tomado sin protección y de manera indiscriminada, provoca quemaduras o eritema solar, así como insolaciones.
Desencadena el proceso de foto inmunosupresión así como el deterioro de una enfermedad de piel preexistente.
Provoca reacciones de foto sensibilidad y alergias solares.Las radiaciones solares están implicadas en el proceso de aparición de cáncer cutáneo.

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