APRENDE A SACAR PARTIDO A TU CREMA

APRENDE A SACAR PARTIDO A TU CREMA

¿Nunca te has preguntado si te aplicas tu crema de tratamiento de forma correcta? ¿Sabías que con unas determinadas pautas de aplicación puedes optimizar sus resultados? Hoy te enseñamos como sacarle el máximo partido a tu crema. ¡Exprime al máximo sus efectos! 

Los resultados no residen solo en los activos

Un porcetaje importante del resultado de tu tratamiento diario depende de la manera en la que lo aplicas. Piensa que nuestra piel está diseñada para actuar como una barrera frente a los agentes externos así que los cosméticos no tienen fácil llegar a las zonas sobre las que deben actuar. De manera que si utilizamos unas sencillas técnicas de aplicación podemos conseguir unos resultados mucho mejores.

Existen gestuales de belleza que aplicados con regularidad potencian los resultados de tus cremas y además son muy placenteros, así que ¿por qué no hacerlos a diario?

La clave está en el masaje

Si has tenido la suerte de disfrutar en alguna ocasión de un masaje facial habrás comprobado en primera persona el efecto que éste tiene sobre tu piel. Debido al calor y a la estimulación de la circulación sanguínea tu piel adquiere de forma inmediata un efecto buena cara. Pero además, esta estimulación hace que tu piel se vuelva mucho más receptiva a los tratamientos que le apliques a continuación.

Por otro lado, cuando masajeamos la piel, relajamos las fibras musculares, de manera que el aspecto de las arrugas se ve mucho menos marcado.  Esto tonifica el tejido y estimula la producción de fibroblastos (que a su vez aumentarán las fibras de colágeno) proporcionando firmeza a la piel.

Así que, cuando apliques tu crema a diario, reserva un par de minutos para masajearla a conciencia. Te sorprenderás de lo que unas sencillas maniobras pueden hacer por tu piel.

Como aplicarla  (Paso a paso)

Empieza tu gestual de belleza calentando la crema en tus manos antes de aplicarla. Coloca una pequeña cantidad en la palma y caliéntala friccionando las manos. Cuando notes que la temperatura de tus manos empieza a subir colócalas sobre las mejillas y presiónalas ligeramente para que el producto entre en contacto con la piel. Desde las mejillas, desliza una mano hacia el mentón y otra hasta la frente y repite la misma maniobra. Por último, lleva tus manos hasta tu nariz para depositar la poca cantidad de producto que quede en tus manos. Siguiendo este orden, te aseguras de que las partes que necesitan más producto son las primeras que entran en contacto con él. 

A continuación, desliza tus manos de manera alterna empezando por la babilla, subiendo por la frente y bajando por el otro lado hasta llegar también a la barbilla.

Desde ahí, empieza a masajear el rostro moviendo las yemas de los dedos en sentido circular para estimular la circulación sanguínea.

Seguidamente dedícale unos mimos extra a las arrugas. Con el dedo índice y corazón de una mano tensa la zona de la arruga con delicadeza, mientras que con el dedo índice de la otra masajeas la base de la arruga con pequeños movimientos circulares, asegurándote de que el producto penetra en la zona donde es más necesario.

Por último, no olvides la zona del cuello y del escote. Mueve tus manos siempre en sentido ascendente, deslizándolas desde la base del cuello hacia el mentón, para contrarrestar la acción de la fuerza de la gravedad.

Si eres constante con estos sencillos pasos verás cómo se multiplica el efecto de tu crema. ¿Te apuntas a este sencillo gestual de belleza?




Sacar partido a tu crema diaria

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *