Las manos son un foco de atención indiscutible. Unas manos sin arreglar pueden arruinar la imagen más cuidada o por el contrario, tienen el poder de otorgar un punto de sofisticación al look más desenfadado. Nuestras manos hablan de nosotros por lo que no debemos permitir que hablen mal. Es por esto que las últimas tendencias han transformado la manicura en un complemento de moda más, haciendo que miles de mujeres combinen su esmalte con el outfit que van a lucir.
Aunque sabemos que es difícil igualar el resultado de una manicura profesional, aprender a realizarnos una manicura casera nos permitirá mantener nuestras uñas en perfecto estado de revista hasta nuestra próxima visita al salón.
Si te apuntas a la tendencia de lucir unas manos perfectas no te costará más de 30 minutos a la semana. ¿Te apetece? Te enseñamos como.
Hacerse la manicura no es solo esmaltarse las uñas, con lo que antes de empezar, te aconsejamos que te prepares todo el material necesario. Para obtener unos resultados profesionales necesitarás:
Un pequeño recipiente con agua jabonosa, tijeras y lima de uñas, taco pulidor, alicates de manicura, algodón, palito de naranjo, quita cutículas, crema de manos, base protectora, tu esmalte favorito y Top Coat.
¡Empezamos!
Lo primero que debes hacer es dar forma a tus uñas con la lima. No utilices la lima en lugar de la tijera. Recuerda que si tus uñas están muy largas y quieres pasar a llevarlas cortas es mejor que las cortes con las tijeras primero y con la lima acabes de dar la forma deseada. Es más rápido y más saludable para tus uñas.
A continuación, ayudándote de un palito de naranjo, cubre las cutículas con crema y sumérgelas en el agua calentita durante unos minutos.
El siguiente paso será empujar hacia atrás las cutículas con el palito de naranjo. Intenta no cortarlas ya que dejarás tus uñas desprotegidas y cuando vuelvan a crecer seguro que salen mucho más duras. Si quieres evitar que tus cutículas se vean descuidadas, prueba a hidratarlas a diario, verás el cambio en muy pocos días. Limítate a cortar con los alicates solamente las pequeñas pielecitas.
Ahora es el turno del taco pulidor. Pasa primero la capa más gruesa y acaba dando brillo con la capa más fina. Al hacer esto conseguirás que el resultado de tu manicura sea mucho más pulido, sobretodo en el caso de uñas estriadas e irregulares. Limpia la superficie de la uña con una toallita antes de pasar al siguiente paso. Asegúrate de que no quedan restos del pulido de la uña, que harían que el esmalte no quedara perfecto. Confirma también que no queden restos de crema que podrían reducir la adherencia del esmalte a la uña.
¡Vamos a dar color! Antes de aplicar tu esmalte, debes proteger la uña con una base protectora. No cometas el error de aplicar directamente el color ya que esto reduce la duración de los esmaltes y amarillea las uñas (especialmente cuando escogemos colores muy pigmentados como los rojos).
A continuación aplica dos capas de esmalte dejando un par de minutos entre capa y capa. Aplicando dos capas te aseguras de que el esmalte dure mucho más y de que el color se vea más intenso.
Finaliza con una capa de Top Coat. Añadirás un extra de brillo a tus uñas, dándole un acabado profesional y más resistente.
Y ahora solo te queda esperar a que tus uñas estén completamente secas para poder lucirlas a la última.
Beauty truco: si quieres mantener la belleza e hidratación de tus manos puedes tratarlas en profundidad por la noche. Antes de irte a dormir aplica una cantidad generosa de crema de manos y ponte unos guantes de algodón. Esto facilitará la absorción del producto en profundidad. ¡Verás como mejora la piel de tus manos por la mañana!
Las uñas naturales esmaltadas con un discreto porcelana suele ser una de las opciones más escogida por las novias. Este tipo de manicura aporta elegancia y discreción y es siempre una opción con poco margen de error. Si no te sueles esmaltar las uñas opta por un esmalte natural que aporte un aspecto cuidado y realce la belleza natural de tus uñas.
