PEQUEÑOS GESTOS QUE TU PIEL AGRADECERÁ EN INVIERNO
Aunque las temperaturas se empeñan en decir lo contrario, lo cierto es que el invierno está a la vuelta de la esquina y, con el frío, las necesidades de nuestra piel cambian. A pesar de esto podemos mantener la en perfecto estado con unos pequeños gestos que nos asegurarán llegar a la primavera sin tener que lamentar daños. Sigue leyendo y verás que no es complicado.
El frío, el gran aliado de la deshidratación
La bajada de temperaturas favorece la deshidratación de la piel. Con el frío resulta más complicado mantener el grado de humectación de la piel y es frecuente notar la piel más sensible y con sensación de tirantez. Para evitarlo revisa tu rutina cosmética e introduce productos que suplan las carencias que provoca el frío en tu piel.
Ponte en manos de una profesional de la belleza
El invierno es el momento ideal para realizar una limpieza en profundidad de la piel. Independientemente del tipo de piel que tengas, nuestra recomendación es que acudas a tu centro de estética de confianza para que te realicen una higiene facial que elimine los puntos negros y otras impurezas y que prepare tu piel para resistir las inclemencias de los meses de invierno.
Haz una cura de belleza a base de Vitamina C y Ácido Glicólico
En alguna ocasión ya te hemos hablado de la importancia de las curas de belleza periódicas para mantener tu piel con su mejor apariencia. El inicio del invierno es de los momentos ideales para realizarlas debido a que así podemos reparar los daños ocasionados por la radiación solar durante los meses de verano de una manera mucho más segura y a la vez reforzamos la piel para aguantar el duro invierno.
Una de nuestras combinaciones perfectas para realizar estos tratamientos intensivos es la combinación de Vitamina C y Ácido Glicólico ya que la sinergia de ambos activos exfolia, regenera, ilumina y suaviza la piel. No te harán falta muchos días para ver como se obra el milagro en tu piel.
Trata las manchas
El invierno es el momento ideal para tratar las manchas que han podido aparecer tras los meses de verano en los que hemos expuesto nuestra piel de una manera más indiscriminada. Tratar manchas recientes siempre resulta mucho más fácil que tratar aquellas que llevan más tiempo arraigadas así que, no dejes pasar el tiempo y, tras el verano, consulta con tu especialista sobre el tratamiento más adecuado para ellas. Además, la radiación solar es menos agresiva durante los meses invernales con lo que puedes hacerte los tratamientos de una manera mucho más segura.
Protección solar también en invierno
Aunque sabemos que el sol no incide igual en los meses de invierno esto no significa que debamos relajarnos en la aplicación de filtros solares a diario, sobre todo si pasas muchas horas en el coche, tu piel está muy expuesta al sol o realizas actividades físicas al aire libre. Aunque no tengas la sensación de que el sol te quema, tu piel sigue absorbiendo la radiación solar lo que a la larga acelerará el envejecimiento de la piel. Así que, si quieres mantener alejado el envejecimiento cutáneo, protégete a diario del sol; este será tu mejor tratamiento anti arrugas.
Evita los cambios bruscos de temperatura
Durante los meses de frío se añade un nuevo problema a la piel: los contrastes térmicos. En esta época es frecuente pasar de una temperatura exterior muy baja a una interior mucho más alta. Cuando se da esta situación, nuestra piel debe realizar un sobre esfuerzo para equilibrar la temperatura que en muchas ocasiones genera un estrés térmico que puede ocasionar vasos dilatados, rojeces y cuperosis en el peor de los casos. Sabemos que esta situación es difícil de controlar pero intenta no abusar de la calefacción demasiado alta así como de los baños largos y con agua muy caliente. Al salir, sécate la piel mediante ligeras presiones con la toalla en lugar de frotar la piel y aplica una crema hidratante siempre para restablecer la protección natural de la piel.
Mantén el nivel de humedad en tu casa
Otro de los problemas que conlleva la calefacción es la disminución del tanto por ciento de humedad ambiental. Es importante que mantengas el nivel de humedad entre el 40 y el 60%. Cuando el tanto por ciento de humedad ambiental es muy bajo la piel no puede competir para mantener la humedad y acaba deshidratándose mucho más rápidamente. Si no dispones de un humidificador solucionarás el problema con unos pequeños recipientes con agua colgados de los radiadores.
Presta especial atención a las zonas más delicadas
Cuando las temperaturas caen en picado hay 3 zonas que sufren especialmente: ojos, labios y manos; no las descuides. Aplica tu contorno de ojos dos veces al día, prestando especial atención a la mañana para protegerlo durante todo el día de la deshidratación que provoca el frío en esta zona tan sensible. En el caso de los labios y las manos, re-aplica crema de manos y bálsamo labial varias veces al día para asegurarte de que están protegidos y mantienen su hidratación.
Si sigues estos sencillos consejos tu piel conseguirá superar las inclemencias del invierno sin inmutarse. ¿Te animas a mimar tu piel este invierno?
A tenerlos en cuenta.
Gracias